Volviendo a los Africanos y Amerindios en cautiverio, a pesar de ser arrancados de sus tierras, obligados a trabajar como animales, en especial los negros no permitieron al hombre blanco destruir el patrimonio Cultural y Religioso de sus ancestros. La conservación de este patrimonio llego a ser la forma de resistencia, más firmes a la autoridad de los blancos.
El famoso “Código Negro” obligaba a todos los esclavos a dejarse bautizar y abrazar el cristianismo, además en un intento desesperado de acallar de alguna manera la repulsa de sus conciencias y justificarse ante Dios, los europeos crearon la más retorcida de las coartadas.
La del mérito que contraían al arrancar de las tinieblas del “Paganismo” y del terror a ese ganado humano.
El mismo Evangelio afirma que se salvara quien salve, al menos a un semejante. Esta ley impuesta aproximadamente en el año 1550, que según la corona y la iglesia, se les otorgaba a esos salvajes e ignorantes, el inmenso favor de los poder compartir la superior religión de sus amos.
La ignorancia siempre fue presumida, y los ignorantes serán precisamente los blancos.
¿Qué sabían ellos en realidad de los Negros?
Nada, ni les preocupaban conocerlos como personas. Sin embargo a los negros si les preocupaba conocer lo más posible a sus atormentadores, para sacarles el secreto de sus poderes. Para los africanos no hay ningún acontecimiento o acción sin contenido religioso.
¿Dónde encontrar la clave del poder del blanco, sino en su Religión?
Fieles a sus principios inconcebibles de asimilar para su propio patrimonio, la mayor cantidad y variedad de “Fuerzas Espirituales” ajenas. Los Negros no opusieron ninguna resistencia a dejarse cristianizar. Allí se formó el Cristianismo Afro-Católico. Este secretismo no fue echo al azar, todo lo contrario, tiene total relación y fundamento.
¿Por qué? Lo explicamos en ejemplo:
Para el evangelio, Jesús es el más venerado, es lo máximo como santo, entonces el negro lo sincretizo con Oxala, que es lo máximo para el Panteón Africano, a nuestra Sra. de los Navegantes la sincretizo con Iemanja, que es la diosa del mar.
El Negro al ir aprendiendo el evangelio conoce a San Jorge, Santo Guerrero, y lo sincretiza con su Dios de la guerra que es Ogum, y así hicieron con los demás Santos.
De esta forma el negro pudo seguir adorando a sus Dioses Africanos o sea los Orixas.
Así fueron pasando los años de esclavitud, y así fueron muriendo los negros y los indios, por los malos tratos, el exceso de trabajo, por no ser concretamente atendidos en lo que respecta a la parte sanitaria, etc.
Todos los espíritus de esta gente, son los que conocemos como Preto Velhos y Caboclos.